El proyecto del nuevo balcón corre paralelo a la antigua muralla de la ciudad, uno de los lugares históricos más preciados de Panamá. Por ello, el diseño limpia las construcciones anteriores que estaban pegadas al monumento. La nueva construcción mantiene una distancia respetuosa dentro del estrecho emplazamiento. A la nueva ampliación se accede a través de una escalera colgante que sigue la forma cónica angular de la muralla que se baña de luz desde abajo.
El espacio ganado en la parte superior se utiliza como terraza para el desayuno de Luna’s Castle Backpackers por las mañanas y como extensión del patio para Bar Relic por las tardes y noches. La construcción de acero y madera está montada sobre las columnas existentes reforzadas de una extensión más antigua y vuela sobre el patio y hacia la muralla de la ciudad que no se podía tocar por construcción nueva.